La energía solar fotovoltaica transforma de manera directa la luz solar en electricidad empleando una tecnología basada en el efecto fotovoltaico.
Su funcionamiento es sencillo, mediante la instalación de células fotovoltaica que absorben los fotones (las partículas lumínicas) y liberan electrones, generando así corriente eléctrica.
Existen tres tipos de paneles solares: